… “4. Pues bien, parece bastante evidente que la Universidad o cualquier institución docente, por un lado, está dentro de la sociedad actual con el mismo título que otra cualquiera institución, y por otro lado, se presenta como una presociedad, un lugar de ensayo y de ejercicio, en que se prepara la continuación de la sociedad actual en la futura, esto es, la reproducción de lo mismo, aunque naturalmente con las consiguientes evoluciones, dado el carácter dinámico que a la perpetuación del estado le impone la necesidad.
…5. La cual duplicidad de condición se pone asimismo de manifiesto en la consideración de los aspectos particulares del organismo. Así, la actividad de la organización docente
se presenta por un lado como trabajo
…(al escolar se le premia su aplicación, llegándose con frecuencia a la ficción de que el premio sea casi el jornal y sueldo que con su afán y estudio se ha ganado, y las becas tienden a transformarse –incluso a propuesta de algunos estudiantes de ideas sociales avanzadas- en salarios de estudio)
y por otro lado como actividad primariamente de consumo
…(una forma de consumo cultural –monstruo verbal éste que no hace sino reflejar adecuadamente la conglutinación psíquico-económica de la realidad a la que alude- en el mismo grupo de otro tales consumos, como el de películas, discos, conferencias o ejercicios espirituales),
que sólo secundariamente y en el porvenir podrá rendir su fruto en la esfera de la producción.
… 6. Así también el ente estudiantil recibe por un lado la consideración de hombre
(lo que en el presente estado significa más bien unidad de consumo antes que unidad de producción)
y por otro lado la de futuro hombre:
unas veces es una realidad;
otras, una promesa (que por ventura parece que sólo ocasionalmente pueda convertirse en amenaza):
ora se le trata, y por ende se ve él mismo, como una sección notoria de la clase de los señoritos, con sus correspondientes privilegios en cuanto a la exención de tareas productivas inmediatas y sus consiguientes obligaciones en la esfera del consumo, con las que el comercio, en especial el de los bienes culturales, tan atentamente cuenta;
ora se siente a sí mismo –no sin cierta desazón en muchos casos- como alguien que no es nadie todavía, al recibir la consideración de futuro abogado, futuro profesor, futuro asesor técnico y aún psicotécnico de las empresas eternas y futuras: alguien, en suma, que tiene su ser en lo que será:
a quien el mundo, en caso de la demanda de títulos respectivos sea fuerte, está esperando a las puertas de la escuela para incluirlo en su seno, o que, en caso de que la demanda no lo sea tanto, saldrá a las calles a encontrarse con la defraudación del ser que no se cumple, de la entelequia que no ha logrado actualización.
… 7.En efecto, en el futuro del estudiante se reconoce, más tal vez que en ningún caso, la condición de vacío aspirador que el futuro tiene: su porvenir es un hueco que llenar –en el sentido que los autores complacientes proclaman que su obra viene a llenar un hueco que se venía haciendo sentir imperiosamente-; y así, la función de las instituciones docentes parece que habrá de ser la de preparar o adaptar a la persona para que venga a llenar ese hueco, al que está destinada, de la manera más apta y congruente.
…Es la perpetuación de la idea misma de “futuro” (como fuente del ser y anulación de las posibilidades de la vida) lo que aquí está en juego.
[…]»
[La negrita es nuestra]
…GARCÍA CALVO, A.: “Panfleto destinado a un análisis de las organizaciones docentes con el propósito de contribuir a que el curso 1968-…quede definitivamente abierto”, incluido en Actualidades, Lucina, 1980 [p.166-168].