…Anotábamos el otro día el poema que nos faltaba, de la mano de Marcel Riera. Algunos amigos me han pedido una posible traducción y, con algunos ajustes rápidos, propongo lo siguiente.
CUARENTENA
Supura la herida, y en un tirabuzón
se enrosca en el pasado, se deshilacha el tiempo,
las pestes resucitan, toma forma el horror.
Sin fosas comunes ni humo de hogueras,
sin incienso ni bendiciones, queda el asombro
por la ausencia de Dios en la vida diaria.
Una mente confusa mide las distancias,
palpa el aire más nítido, la frialdad de la luz
y el miedo a la oscuridad, que es otra transparencia.
Por la rendija asoma lo que no tiene nombre,
metido entre las horas, y un velo de polvo muy fino
flota como un visillo sobre todas las cosas.
Y en la hora desolada de los mercados y las plazas,
de la estática espera de una bondad que cure,
querríamos que el mañana apareciese benigno.
Como un espejo roto, la inquietud nos enfrenta
con nosotros mismos ante todo aquello
que habíamos olvidado, mientras nos mece el silencio.
En la balanza está justo lo que teníamos
y el lastre de la incertidumbre, ahora sólo queda
la arisca evidencia de saber que esto es vivir.
J.Amenós. Traducción de «Quarentena«, de Marcel Riera.
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