Paseo por la normativa de organización de diversas facultades universitarias. Observo una pasión desbordada por la creación de comisiones, que se petrifican y sobreviven mucho más allá del motivo que justificó su creación. Se me ocurre que el verdadero contrapeso al sistema estamental impuesto por la legislación (indispensable en los órganos colegiados de deliberación) sería, precisamente, una estructura favorable a los órganos unipersonales, con una línea jerárquica clara, casi bonapartista…
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