Mi calle

 

1.-Como mis abundantes lectores saben, me hallo embarcado en un magno proyecto de reivindicación y lustre del urbanismo y la arquitectura españolas de los últimos treinta años (o quizás un poco más). Para esta desmesurada tarea se precisan materiales de todo tipo e incluso he recuperado algunos cascotes en varias escombreras del pensamiento. Tengo hoy a la vista un buen hallazgo. Aunque es un punto antiguo para nuestra reconstrucción -data del año 1968- la calidad de  la pieza justifica su empleo en este cuaderno. Se trata de la canción «Mi calle«, del magnífico grupo de rock Lone Star (no he querido usar el adjetivo «mítico», ya que todos los especialistas insisten en él). Loquillo le dedicó, por cierto,  una magnífica versión.  Por otra parte, Lone Star ya había tratado la cuestión de la marginación -que aparece en Mi calle– en la primera versión en castellano de La casa del sol naciente.

*

...2.-Aquí está la letra de la canción:

Vivo en un lugar donde no llega la luz
niños se ven que van descalzos sin salud.

Por la estrecha calle, algún carro viene y va
y cuando llueve nadie puede caminar.

Mi calle tiene un oscuro bar, húmedas paredes
pero sé que alguna vez cambiará mi suerte.
Nananana nananá nanana…

Doy mi dirección al que brindo mi amistad
más al saberla no me quieren visitar.

Pero alguna vez, siempre por casualidad,
he visto amigos con mujeres en el bar.

Mi calle tiene un oscuro bar, húmedas paredes
pero sé que alguna vez cambiará mi suerte.

**

3.-Según parece, la canción se sitúa en el antiguo «Barrio chino» de Barcelona. Aunque las condiciones no son del todo fáciles en esa zona de la ciudad, el progreso logrado es evidente. Ya sé que muchos prefieren la mugre de las viejas tabernas y el  manoseado»encanto» (?) prostibulario. Pero personalmente me quedo con las infatigables  brigadas de limpieza municipal, la penetración a través de impactantes edificios culturales o de otros servicios,  una mayor seguridad (con la aparición de nuevos problemas, es cierto) y, en definitiva, con todas las bendiciones que vienen de una apreciable «gentrificación«, aunque con impulso todavía insuficiente. El contraste es abrumadoramente favorable al presente.

Interesante, por cierto, la estrofa final, donde el protagonista se propone cambiar su suerte. Aunque a menudo pensamos que las grandes organizaciones -públicas y privadas- son las que crean la forma de la ciudad, el impulso autónomo de las decisiones de individuos y familias suele ser una fuerza determinante.

***

¿Quién teme a las periferias? (y II).

…      1.-“El número se divide en tres partes. La primera “Una strategie per le nostre periferie” reúne una quincena de trabajos sobra la condición de las periferias urbanas en Italia, en la que se señala, precisamente, la diversidad de las situaciones existentes y la imposibilidad de interpretar la condición de las periferias a través de aproximaciones reductivas. El segundo apartado, “Banlieues e ditorni”, recoge tres artículos sobre la situación de las periferias en París, Marsella y el caso escandaloso del campo de Dunkerke. Finalmente, en la tercera parte se pueden leer trabajos sobre las periferias en áreas urbanas tan diversas como Buenos Aires, Luanda, Nairobi, Domiz, Atlanta, Los Angeles y la megalópolis de Beijing. Este último apartado contiene asimismo dos contribuciones –de Andrea Ricardi y Gianni Valente- sobre la geopolítica vaticana respecto a las periferias urbanas, que presentan aspectos sugerentes e innovadores.

*

…      2.-En conjunto, la lectura de los  trabajos, aunque desiguales, resulta de gran interés. Desde el punto de vista del análisis se derivan, sobre todo, tres conclusiones: la inviabilidad (y el riesgo) de las visiones simplistas a la hora de explicar fenómenos urbanos, sociales y políticos extremadamente complejos; la constatación de que las lógicas de la política y de los fenómenos sociales obedecen hoy a geometrías no euclidianas, de tal manera que las viejas herramientas de análisis basadas sobre todo en actores como las naciones y los Estados resultan cada vez más limitadas; la importancia de combinar diversos niveles de escala –de los más altos a los más detallados- para la comprensión (y el tratamiento) de las dinámicas sociales y políticas de nuestras ciudades. A estas conclusiones podríamos añadir, incluso, la necesidad de dotarnos de los instrumentos adecuados para comprender cómo las dinámicas sociales se relacionan con las dinámicas urbanas.

**

…      3.-El análisis del origen de las problemáticas y de las potencialidades de las periferias resulta, pues, esencial desde dos puntos de vista: para comprender los procesos en  curso y para evitar las trampas y las simplificaciones (y las explicaciones malintencionadas). Pero no basta sólo el análisis: es precisa una política urbana (y social) de alcance europeo que permita conferir a todos los ámbitos de nuestras ciudades las condiciones de equidad y de dignidad urbana. La ciudad no es, seguramente, el origen de todos los problemas, pero su mejora puede contribuir a afrontarlos con mayores garantías de éxito.”

Terrassa (2015).
Terrassa, Barcelona  (2015).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

¿Quién teme a las periferias? (I)

Traemos hoy a este cuaderno la traducción al castellano de un artículo del blog amigo de Oriol Nel·lo, el reconocido profesor de Geografía (para el que desee leer la versión catalana, me remito aquí: ***). Este especialista lleva ya un tiempo llamando la atención sobre la cuestión de la desigualdad urbana. Para bien o para mal, lo cierto es que el tema ya ha entrado en la agenda política y será una de las claves de los años venideros. Ciertamente, la ciudad no crea la desigualdad, pero la materializa, la sitúa, la hace visible sin necesidad de aparato teórico.

Me he limitado, pues, a traducir al castellano su artículo, en la medida en que da cuenta de algunas pistas que se están planteando a nivel global. De hecho, parece que en Barcelona  está renaciendo el debate urbano en serio, abriéndose paso entre la demagogia que se  deshilacha  y el conformismo adormilado en sus indiscutibles éxitos.

 

«¿Quién teme a las periferias?

1.-Las periferias urbanas son, por definición, territorios que tienen escasa presencia en los medios. Como ya explicó hace años Joan Roca, en su trabajo sobre las periferias barcelonesas, estos espacios basan su condición no tanto en razones de carácter topológico como tipológico. En efecto, las periferias urbanas no se definen tanto por su posición alejada del centro, sino por sus características urbanísticas, arquitectónicas y, sobre todo, sociales.

Tal como hemos tenido ocasión de comentar otras veces, son los mecanismos de la segregación urbana los que llevan a los sectores sociales más desfavorecidos a concentrarse en los barrios en los que la vivienda es de peor calidad y las condiciones urbanas más deficientes. Son, justamente, aquellos que calificamos habitualmente como periferia. Así, desde el punto de vista social, los espacios periféricos, en ciudades como las nuestras, suelen responder a tres tipos de tejidos urbanos: barrios nacidos de procesos de urbanización marginal o poco regulada, desarrollos de vivienda en masa (construidos sobre todo en los años sesenta y setenta del siglo pasado) y núcleos históricos degradados. En este último caso, se da la paradoja de que el centro topológico se ha convertido en periferia social.

DSCN0016

*

2.-Como decíamos, la presencia de estas áreas en el imaginario urbano suele resultar muy escasa. Sólo se les suele prestar atención en ocasión de delitos o accidentes, lo cual contribuye, todavía más, a estigmatizarlas y a empeorar su imagen. En los últimos meses, los actos de extrema violencia que han ocurrido en diversas ciudades europeas (París, Bruselas) han venido a confirmar esta tendencia general. En este caso, sin embargo, la atención procede del ámbito de la política internacional, que en principio tiende a ocuparse muy poco de las dinámicas urbanas y de sus consecuencias sociales. Esto no ha sido obstáculo para que, también esta vez, buena parte de los análisis sobre las causas de los hechos hayan pecado de un notable determinismo espacial: como si la condición periférica de las banliueues parisinas o de algunos barrios de Bélgica fuera suficiente para explicar el origen de unos hechos que atemorizan a la sociedad europea.

DSCN0010

**

3.-Estas interpretaciones reduccionistas no sólo hacen imposible comprender las causas de los problemas, sino que también tienen el efecto particularmente negativo de contribuir a extender la desconfianza genérica hacia las periferias urbanas y hacia los que viven en ellas. La conexión de estas percepciones con la xenofobia y el racismo resulta bastante evidente y se ha expresado de manera desnuda con motivo de la crisis de los refugiados que ha removido la sociedad europea. En este contexto,  ha de celebrarse que Limes, la prestigiosa revista italiana de geopolítica, haya dedicado de manera monográfica su último número precisamente al tema de las periferias urbanas (Indagine sulle periferie, Limes. Rivista Italiana di Geopolitica, 4/2016).«

***