Diarios dispersos. Bartleby reflexiona.

            Bartleby consideraba que la mejor forma de ser profesor universitario consistía en aplicar –en pleno siglo XXI- su inmarcesible receta: “Preferiría no hacerlo”. Por ejemplo, no elaborar la guía docente ni el listado de competencias transversales y la puntuación desglosada que su expresión concreta conlleva en cada uno de los módulos del temario.

            Bartleby jugaba con ventaja, pues todos sabemos que no parecía tener ningún interés constructivo y que lo del sueldo sólo le inquietó un poco al principio. Sin embargo, su rebeldía le acercaba al momento supremo de la cicuta en Sócrates. Después de leer el artículo siguiente, elaboró durante unos días la tesis de la cicuta selectiva, la amputación por donde pillaba de la egregia figura del docente entregado, investigador de primera, gestor comprometido con la política universitaria, burócrata riguroso y “transferidor de conocimiento” (esto último parecía molestarle especialmente).

   «El profesor chiflado«. Manuel Arias Maldonado (Revista de libros, 15 junio 2022).

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En la distancia morirá.

Repaso, ahora que el curso comienza a medio gas en las aulas, el día en que se me ocurrió buscar -mucho antes del covid- la «esencia de la presencialidad docente» (por decirlo en los términos declamatorios que demanda la pedagogía). Hace ya cinco años y no pienso exactamente lo mismo (o quizá sí):

Fotos de stock gratuitas de asomándose, curiosidad, dedos

Fuente: Noelle Otto.

¿Qué es la clase? Un secreto.

 …     1.-No hay ningún inconveniente ya para organizar el grueso de la enseñanza universitaria a distancia. Al menos, en las materias de letras, sociales o matemáticas, aunque con más limitaciones en las experimentales. Basta abrir un canal del profesor en you tube, suministrar los escritos por internet o, si son en papel, a través de Amazon,  y verse de vez en cuando en café (ya puestos en Starbucks, que está en todos sitios) para comentar dudas. La evaluación puede hacerse con el ya clásico trabajito, con un examen escrito en un polideportivo o con un oral en salas de tribunales cedidas en los días festivos.

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     2.-Entonces, ¿qué aporta una clase? Se me dirá que el contacto humano y bla, bla, bla…Pero eso ya lo hemos resulto con las entrevistas para cuestiones concretas.

…La tesis que defiendo es que la clase aporta secretos o no es nada. En ella aparecen – o deberían aparecer- interrogantes, conexiones imprevistas, equivocaciones no queridas, ironías, hipótesis, confesiones…Por eso una clase jamás debe ser grabada. En un país serio los estudiantes toman notas o apuntes, pero no estrangulan el discurso con una cinta magnetofónica.

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…      3.-El primer apartado de los Decretos de Carlsbad (Karlsbad, en alemán) de 20 de septiembre de 1819, cuyo objetivo era destruir el libre pensamiento que ya florecía en las universidades germánicas, disponía:

La función del agente [se refiere al inspector situado en cada universidad] consistirá en […] observar cuidadosamente el espíritu que manifiestan los profesores en la universidad en sus conferencias públicas y en sus cursos regulares y, sin interferir directamente en materias científicas o en los métodos de enseñanza, imponer una saludable dirección a la instrucción […]”[1].

Escribía hace poco Arcadi Espada que lo que se dice en la clase y en la cama allí debe quedar. Es decir, la sociedad –la civilización, mejor dicho- se basa en gran medida en el consenso tácito sobre una serie de secretos (dejo aparte los que son objeto de protección jurídica). Y, cada vez que se rompe un secreto elaborado por un sostenido esfuerzo común –la compasión ante el borracho (que jamás se fotografía), la reserva en las funciones corporales elementales, el aula…- se está más cerca de la barbarie.

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[1] La traducción es mía de la versión inglesa –que traduce, a su vez, la alemana-, pero creo que no altero el sentido.

 

Diarios para un confinamiento (III). No leo la prensa.

…     1.-Ya he caído en la trampa. He puesto, como hacen algunos, un titular que sirve de anzuelo. Pero es cierto que procuro seguir una dieta informativa. Me limito a consultar de vez en cuando estadísticas serias y procuro dejar entrar las noticias positivas (que también son muchas). Aún así, inevitablemente, me llega a veces el rumoreo de la tiniebla.

…       No se trata de construir una burbuja de irrealidad. Pero lo que está claro es que de nada sirven el amarillismo, el tremendismo, la mala sangre y el bombardeo con las noticias más terribles.

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…   2.-En las guerras del siglo XX, la radio jugaba un papel fundamental. Por supuesto, unas eran más fiables que otras y a menudo mentían o disimulaban la situación. Pero todo el mundo sabía que eran fundamentales para mantener la moral. Quizá sea esta la difícil responsabilidad de los medios de comunicación en esta hora decisiva: buscar la objetividad y hallar en ella el fundamento de la salvación.

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   3.-Mañana profundizaremos en la justificación de lo que estoy diciendo. Pero  demos ya alguna pizca de seria esperanza:  tanto la sanidad italiana como la española,  incluso en este momento tan complicado, han logrado hasta ahora que las curaciones superen a las defunciones. No voy a citar el ya legendario hospital en IFEMA, pero sí me voy a despedir recordando que los alumnos de los últimos cursos de medicina y de enfermería de la universidad en la que trabajo se han mostrado dispuestos a reforzar el servicio sanitario cuando sea necesario.

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Avantatges de les velles lletres.

«8 de març-Com que hi ha tanta grip, han hagut de clausurar la Universitat. D’ençà d’aquest fet, el meu germà i jo vivim a casa, a Palafrugell, amb la família. Som dos estudiants desvagats. El meu germà, que és un gran afeccionat a jugar a futbol -malgrat haver-s’hi ja trencat un braç i una cama-, el veig purament a les hores de repàs. Ell fa la seva vida. Jo vaig tirant. No enyoro pas Barcelona i menys la Universitat. La vida de poble, amb els amics que hi tinc, m’agrada».

Així comença El Quadern Gris, de Josep Pla, i l’autor situa la narració el 1918.

 

Postadata d’Antoni Puigverd.

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Marta Lora-Tamayo, catedrática de Derecho Administrativo en la UNED.

1.-Día de sol espectacular ayer en Madrid. Sólo el cielo limpio recordaba la preciosa entrada que tiene el otoño en la ciudad. Todo era verano y así fue como Marta Lora-Tamayo leyó victoriosa su ejercicio de cátedra en la UNED ante un tribunal formado por los profesores Jesús Ángel Fuentetaja, Juli Ponce, Mercedes Fuertes y Silvia del Saz y presidido por don Manuel Rebollo Puig. Entre el público, la familia (destacando su infatigable madre y su esposo). Por supuesto, el respaldo en bloque de los compañeros de Derecho Administrativo de la UNED, con el maestro indiscutible, don Ramón Parada, a la cabeza. En la platea estaban  Prieto de Pedro, Rafael Goméz- Ferrer, Juan Cruz Alli, Carmen Fernández, Susana Viñuales, Carlos Saldaña…Saludé también a Sosa Wagner. Y no me olvido, evidentemente, del sector privado con relevancia académica, representado por los abogados Fausto Sánchez Martínez de Pinillos y Pablo Molina.

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2.-De mayor quiero ser como Marta Lora-Tamayo. No por edad, ya que ella es jovencísima (mucho más que yo). Es otra cosa. Se trata de la perspectiva asumida para estudiar el Derecho urbanístico: desde la historia y desde el comparatismo. Claro, así no se aburre. Se nos fue a conocer el Derecho norteamericano, volvió para explicárnoslo y de paso nos dejó la primera versión del embrión (algo crecidito ya) del Derecho europeo de ordenación territorial y urbana.

Nos comentó en su proyecto de investigación que anda ahora reflexionando sobre la almendra de las instituciones urbanísticas españolas a la luz de la  evolución y experiencias iberoamericanas. Su diálogo de tú a tú con los grupos internacionales de análisis de la regulación territorial es un ejemplo para todos nosotros.

¿Sólo urbanismo? Es su columna vertebral, aunque es cierto que la profesora Lora-Tamayo ha trabajado también, por ejemplo, el Derecho deportivo o el Derecho local puro y duro.  Tampoco se cierra a otros campos, como nos advirtió al citar su trabajo sobre costas con Rachelle Alterman, la primerísima dama del Derecho urbanístico comparado (a veces pienso que esta rama fue una création personalisée de esta profesora israelí).

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3.-Espontaneidad y prudencia. Aparecieron estas virtudes a lo largo de la discusión del tribunal. Por “espontaneidad” se aludía a su ilusión por la materia, por profundizar, por abrir horizontes, por no parar…Lo de la prudencia lo entendí enseguida, porque conozco a Marta en persona y en sus escritos y  sé que un respeto sereno forma parte de su manera de hacer. En este sentido –como apuntó el profesor Fuentetaja-, podría decirse que Marta Lora-Tamayo es  poco “paradiana”.

En efecto, decía el maestro que los temas salen bien desde la indignación, cuando uno está enfadado y se pelea contra algo o contra alguien. Es el famoso “pensar a la contra”, que es posiblemente la única forma de pensar. Pues bien, Lora-Tamayo es un suave puño de hierro en un suavísimo guante de seda (bueno, salvo en algún punto en el que nunca acabamos de estar de acuerdo, aunque a estas alturas ya estoy contra las cuerdas).

En fin, basta concluir recordando que Marta Lora-Tamayo se encarga ahora de la actualización, puesta al día y redacción del tercer volumen del manual de Ramón Parada: una obra clara, polémica, ilustrada, abierta al Derecho comparado y también pegada a la historia propia de nuestra oceánica legislación administrativa.

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Piras universitarias

 …Bartleby insiste en que debemos recoger aquí el runrún de estos días,  ya que el tema está que arde. Aunque insisto en la negativa, me deshago al oir el nombre de Arcadi Ëspada, sin duda el periodista más elegante y preciso de la España actual. Me pone esto encima de la mesa,  con gran alegría de mi corazón -dada mi vieja estima por el dignísimo Derecho Local-: Nada que ver.

En fin, justamente esta tarde aún seguían echando materiales al fuego. Bartleby asegura que pasará toda la noche leyendo estas últimas referencias, insomne en el género interdisciplinar.

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Los falsos problemas del Derecho, de la Economía, de la universidad…

     .-En alguna ocasión me he referido a este libro capital: Ocnos, que suele editarse seguido  -tal como quiso el poeta- de Variaciones sobre tema mexicano. Es un texto relevante de Luis Cernuda. Jaime Gil de Biedma lo había estudiado en un delicioso ensayo bajo el título de “Luis Cernuda y la expresión poética en prosa”. Desde luego, no es el primer aporte en castellano en ese género, pero sí implica un salto adelante fundamental. Estos “ejercicios en delectación morosa” –en palabras del comentarista citado- requieren una primera fase de lectura en la cual se refrenen los ritmos. Venimos apresurados de la calle y entramos en un patio andaluz que pertenece al pasado y a una Sevilla que ya no existe y que quizá nunca existió.  A menudo, como seguidamente ocurre,  el agua y la sombra y el río y el cielo nos van a  adentrar en una serenidad un tanto amarga, en una tristeza implacable y profunda:

…       “Nunca el pasar de las generaciones parece tan melancólico como al representárselo en algo materialmente, tal en esos viejos edificios de universidades o cuarteles, por los que discurre cada año la juventud nueva, dejando en ellos su voces, los locos impulsos de la sangre. Recuerdos de juventudes idas llenan su ámbito, y resuenan sus muros en el silencio como la espiral vacía de un caracol marino.

      Apoyado en una columna del patio, pensaste en tus días futuros, en la necesidad de escoger una profesión, tú, a quien todas repugnaban igualmente, y sólo deseabas escapar de aquella ciudad y de aquel ambiente letal. Cosas contradictorias eran tu necesidad y tu deseo, atándote a ambos sin solución tu pobreza. Mas aquel problema mezquino, ¿qué valor tenía cuando te veías arrastrado en el avanzar incesante del tiempo, ascendiendo con una generación de hombres para caer luego, perdiéndote con ellos en la sombra? Privado de gozo, de placer y de libertad, como tantos otros, comprendiste entonces que acaso la sociedad ha cubierto con falsos problemas materiales los verdaderos problemas del hombre, para evitarle que reconozca la melancolía de su destino o la desesperación de su impotencia.”

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Jóvenes leones

1.-Aparecen a menudo en lugares concurridos: dentro de un ferrocarril, en unos grandes almacenes, a la entrada de un cine,…En otras ocasiones, te cruzas con ellos a caballo de algún tema profesional. Alguno te explica que dio un volantazo a su vida y mandó los códigos a freir espárragos (cosa muy saludable, sin duda). Más o menos, todos fueron saliendo adelante con dignidad.

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.. 2.-Muchos intentaron el asalto a la función pública, incluso cuando ya eran palpables las restricciones presupuestarias en las oposiciones de élite y en el resto de cuerpos. Otros descubrieron qué es una factoría jurídica y el carácter meramente simbólico de la noción de jornada laboral en los grandes despachos. Otros, en fin, siguieron la estela de la gente de su generación (y de otros muchos en nuestra historia) y cruzaron la frontera. Aprovecho para saludar a una pareja de Londres que creo que me está leyendo. Igualmente, es cierto que algunos están batiendo armas en la trinchera universitaria.

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3.-Hoy quiero centrarme en aquellos que optaron por el ejercicio privado de la abogacía. Desde luego, hay que tener arrestos para afrontar esta nueva actividad desde la soledad y en tiempos que confirmaban la hondura de las dificultades económicas generalizadas. Tenemos ya, no obstante, una escuadra de  diligentes fieras nacidas en la crisis e incluso, diría yo, para la crisis. Esto es, sumergiéndose en la problemática social y trabajándola como auténtica materia prima. A menudo, con fórmulas abiertas que incluyen el asesoramiento jurídico y lo complementan con tareas de gestoría, contabilidad, mediación, seguros, etc.

Así, me encuentro a veces en la calle –cerca de casa- a Francisco Pelayo, que era incombustible en los exámenes orales y que hoy está al frente del prestigioso despacho BFP (Bufete de Francisco Pelayo).  Y pienso también en Ángel Aso, que me enviaba el otro día una  narración  que resume parte de nuestra historia reciente y que realza el viejo prestigio de su profesión. Quizás una sociedad sana es aquella que ayuda a los que caen y que, además, aplaude y admira a los que luchan y triunfan.

 

Oficinas de BFP en Tarrasa (Portal de Sant Roc).
Oficinas de BFP en Tarrasa (Portal de Sant Roc).

 

 

 

 

 

 

 

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Elucubraciones sobre carrera docente y modelos universitarios.

 …      1.-Sostiene Boix-Palop en uno de sus últimos artículos un  mecanismo de promoción de docentes universitarios (básicamente, titulares y catedráticos) basado en la conversión automática de los tramos –o sexenios- de investigación ya reconocidos. Esto es, con tres sexenios, catedrático (o con cuatro, si se estima pertinente). Se trataría de un sistema claro, sin acreditaciones “globales” de por medio. El mismo autor avisa que su propuesta sería además un estupendo acicate para adecentar las evaluaciones de investigación y alisar sus sangrientas aristas.

…       Hace unos años, quizás hubiera discrepado del compañero de Alicante, pero hoy me rindo ante la limpieza del artefacto que nos propone. Me recuerda incluso a la vieja carrera militar o judicial, con sus trabas para impedir la entrada súbita por el generalato.

Ahora bien, me gustaría conectar este esquema –pulcro, previsible, ordenado- con su impacto en el funcionamiento de las universidades (al menos, en las que imparten las autodenominadas “ciencias sociales”).

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      2.-La docencia no se valora. Esto ya lo damos por perdido y mejor no darle más vueltas (además, para qué vamos a engañarnos, sería demasiado complejo). El espacio natural de la calidad docente y de la formación de abogados y gentes del foro correspondería –y así lo entiende ya alguna corriente- a la universidad privada y a las academias de opositores. En gran parte, ya es así. De hecho, el mismo Estado jamás confió en la formación universitaria y prefirió imponer él mismo su programa,  instrucción y maneras a sus cuerpos de élite. De hecho, si no estamos ya en este universo es a causa del bajo nivel de la universidad privada, con las dos o tres brillantes excepciones  que todos conocemos.

Por lo que respecta a la últimamente ensalzada “transferencia de conocimientos” y todo ese bla, bla, bla de la “conexión con el tejido empresarial”, la cosa quedaría en manos de los profesores con familia numerosa o con deseos inmoderados de salir a cenar los viernes. Con eso, ya estarían suficientemente valorados.

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…       3.-Insisto –y Boix Palop también lo hace- que la conversión reglada y automática de sexenios mejora claramente la situación actual. No obstante, probablemente el dibujo final mostrará una universidad muy orientada a la investigación, una universidad-CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Esto, en sí, es positivo (y no hay más que ver el efecto disciplinador que han tenido los tramos sobre los que vinimos al mundo con otras instrucciones). También habrá algunas molestias, claro, como la aparición en el cerebro de los researchers de la conocida ecuación “clase=estorbo”.

Sin embargo, como avisaba Ortega en su “Misión de la Universidad”, necesitamos algunos investigadores y muchos profesores. Por tanto, los recortes se van a incrementar. En el campo de las ciencias sociales, va a ser fácil justificar que el país no necesita tantos centros de investigación (y menos aún de la jurídica, que vete a saber para qué sirve).

Ya estoy oyendo a los revoltosos: «¡Se va a negar la enseñanza universitaria a las clases más humildes!» Bueno, pues ni eso nos salva: bastará pagar una beca a los mejores alumnos o a los más necesitados para que se matriculen en una universidad privada acreditada o para que preparen una oposición en las academias ya reconocidas. Se acabó, pues, toda esta inversión pública en terrenos, edificios, ordenadores, aparcamientos, profesores, bares, conserjes, aulas multiuso y uniuso, etc.

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