Nuevo plan docente y ley de amnistía.

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La ventaja principal del sistema académico que, desde hace un par de años, se aplica en la Facultad de Derecho de la Autónoma de Barcelona radica en que los profesores deben coordinarse en equipos muy conjuntados de tres docentes. He tenido la suerte de contar desde el año pasado en mi grupo con el magnifico jurista donJosé María Macías. Su actuación como vocal del Consejo General del Poder Judicial en estas últimas semanas ha sido una lección constante de tesón y de sabiduría jurídica.

Lo cierto es que España está siendo sometida a un triple ataque. En primer lugar, político, con un pacto que, como mínimo, ha arruinado la imagen nacional en pocos días. En segundo lugar, jurídico, con una proposición de ley de amnistía que presenta dudas fundadas de constitucionalidad (por ejemplo, la restricción de la potestad suspensiva de jueces y tribunales).. Es más, aunque fuera adecuada a Derecho, lo cierto es que implica una auténtica reforma constitucional (dada la nueva posición de las Cortes Generales, la alusión a la «soberanía popular» y el peligroso replanteamiento de la igualdad ante la Ley). En tercer lugar, un ataque desestabilizador, teniendo en cuenta las misteriosas circunstancias que rodean el intento de asesinato de Vidal-Quadras.

Por el momento, les dejo con una entrevista de hoy mismo a don José María Macías, para que no sean sólo sus colegas y los alumnos los que disfruten de su sabiduría:

Entrevista a José María Macías, vocal del Consejo General del Poder Judicial.

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Mientras se va desarmando el reloj

            ¿Está siendo sometido el orden liberal-democrático a una destitución? Pregunta demasiado grandilocuente, lo sé, que plantea directamente Douglas Murray en su último libro. Déjenme unos días para leerlo, a ver qué dice nuestro maestro más jovial y divertido. Por estos pagos, la cosa es más negra y Josu de Miguel apunta  sin ambages a un proceso destituyente. Este camino tendría un aspecto normativo –la seguridad jurídica ya se  diluye en arenas movedizas-  y un aspecto político –el consenso de la transición no es ya fango, sino algo más desagradable-. En muchas pocetas se detecta la marea recrecida: la ya inminente voladura de la libertad de expresión, las grietas y goteras en la división de poderes, el final de ciertos acuerdos tácitos respecto a las lenguas españolas…

   Me hizo pensar muchísimo el magnífico artículo de Yaiza Santos bajo la misma cabecera –esto de Gran Hermano sólo es televisión, será unos meses, no hay por qué preocuparse- y hoy  me parece oir en mi interior, a partir de lo que nos dice De Miguel, “sólo es una ley para historiadores, no hay que preocuparse, no habrá graves consecuencias…”.

El final de la Ley de Amnistía.

(Fuente:aquí).

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