Dissabtes exclusius. Alma mater.

Font:aquí.

1.- De jove manar i saber no pot ser. Per aquesta senzilla raó havia de ser el casalici reconegut, amb la saviesa de les pedres velles, qui fes el primer senyal. És normal que la jovenalla vulgui  diferenciar-se i  acumular penjolls i marcar-se a ferro tatuatges ( he vist “llenguatge inclusiu fins a la mort” en molts braços musculosos i tersos).  Però, encara que a la casa gran també tenien el mal*, han estat els primers en aplicar el remei. No esperàvem menys de les aules que un dia foren el millor lloc del món per estudiar hispàniques, per a conrear les filologies catalana i espanyola. Esperem, en bona lògica, que els casals petits i -com qui diu- acabats de fer, segueixin el mateix camí.

*

2.- La premsa* ** s’ha fet ressò de l’aprovació d’una instrucció de la Universitat de Barcelona sobre l’ús del denominat “llenguatge inclusiu”.  En realitat, ha estat un doble joc, configurat per la instrucció 1/2023* i per la 4/2023**. Si la primera ja tirava per terra la legitimació d’aquesta autèntica interferència, la segona ha reforçat les possibilitats de la seva liquidació. De tota manera, encara haurem de treure punta a algunes excepcions que proposen les  normes citades o a certs conceptes que les acompanyen a manera de pírcings de posar i treure (“visibilitat”, “norma sensible”, etc.).

**

            3.-Ens quedarem, per tant, amb els dos paràgrafs que han fet més mal a la moda enfadosa. El primer correspon a la instrucció 1/2023 i el segon a la instrucció 4/2023 i el que he procurat subratllar en negreta és la declaració d’innecessarietat de tota aquesta faramalla:

.-Article 1 de la Instrucció 1/2023:

1. En les disposicions normatives,2 quan les referències a càrrecs i professions no permeten estratègies inclusives àgils i naturals, com ara canvis de redacció o l’ús de mots col·lectius, invariables o no marcats, s’adopta el masculí com a genèric i es desestimen els desdoblaments sistemàtics de les formes masculina i femenina. Convé recordar que, des del punt de vista lingüístic, l’ús del masculí com a gènere gramatical no marcat no exclou ni les dones ni les persones no binàries.”

.-Directriu de tècnica normativa 3.3, segons text aprovat per la Instrucció 4/2023:

D’acord amb la Instrucció 1/2023, de 27 de juliol, de la secretària general, la vicerectora d’Igualtat i Gènere i el vicerector de Relacions Institucionals, Comunicació i Política Lingüística sobre l’ús del llenguatge inclusiu, en les disposicions normatives, cal incloure-hi com a darrera disposició final (i, per tant, sempre després de les disposicions finals relatives a l’entrada en vigor de la norma) la clàusula següent: «En les denominacions de càrrecs i professions que s’esmenten en aquesta normativa es fa un ús no marcat del masculí genèric, que fa referència a qualsevol persona». No és procedent la inclusió d’aquesta clàusula final en aquells casos en què, de manera excepcional, la Instrucció 1/2023 preveu l’ús discrecional de les formes dobles.”

***

4.-Si més no, gràcies a  benediccions com aquesta, els legisladors, escrivents, amanuenses i pixatinters podrem respirar una mica  i treure’ns de sobre -almenys, mentre ens deixin- aquesta pesada neollengua, que alguns en diuen “inclusiva”.

****

Articles relacionats:

.-Dissabtes exclusius*.

.-Sábados exclusivos*

Sábados exclusivos. Nota sobre la relación entre feminismo y neolenguaje inclusivo.

Fuente***.

Presento en primicia algunas notas tomadas de una próxima publicación en esta materia. He excluido el aparato bibliográfico (que ya expondré en su momento). Distingo entre uso torticero y torpón del lenguaje -por un lado- y feminismo en un sentido amplio -por otro-.

  1. Registradas, pues, estas primeras conquistas ya logradas por el nuevo argot, se hace inevitable observar los cadáveres intelectuales que quedaron atrás. Entre las víctimas de la neolengua, se halla la tradición femenina literaria y filológica que ha engrandecido las lenguas románicas. Pongamos María Moliner como ejemplo, sin dejar de lado la legión de escritoras que han pulido el castellano, el catalán, el gallego, el portugués…Una minoría bien situada a nivel ideológico ha decidido qué es lo que le conviene a la mujer desde el punto de vista lingüístico y es posible que haya considerado que a las féminas -quizá, en su visión, con menor bagaje lingüístico- tampoco iba a importarles demasiado una buena dosis de trapacería expresiva. También se ha dado el portazo, por supuesto, a las autoras que consideran que existe una huella de dominio de un sexo sobre el otro en el idioma, pero que eso no se soluciona con feos y artificiosos parches.
  2. Hay aquí algunos equívocos que conviene aclarar. En el amplio abanico de posiciones sobre el uso del masculino para el género no marcado hallamos, por ejemplo, mujeres preocupadas por la cuestión feminista que consideran que la regla citada carece de relevancia en el debate, es una característica “inocente” del sistema lingüístico y, por tanto, la preocupación política debe ir por otros derroteros sociales. Es más, precisamente -como ya dijimos- se ha reprochado a menudo al “lenguaje inclusivo” y a la insistencia en su uso una función de maquillaje o de narcótico para evitar la discusión sobre desigualdades efectivas (en ámbitos laborales, familiares, etc.). Por supuesto, esta crítica no ha hecho mella en los que empuñan el papel mágico del lenguaje en la configuración de la realidad. Algún autor, por cierto, ha anotado que la insistencia obsesiva en el uso de un supuesto “lenguaje inclusivo” podría debilitar y aún perjudicar la causa feminista, que no se merecería esta broma. Pero de este riesgo no se registra ninguna conciencia y su alusión para nada amilana a los reformadores del habla.
  3. Otra postura, no obstante, entiende que la presencia de esa norma de uso del masculino genérico deriva, efectivamente, de tiempos de dominación patriarcal, no del todo superados. Sin embargo, se considera que las alternativas hasta ahora expuestas son inapropiadas y mueven al escarnio (sobre esto último hablaremos posteriormente).
  4. Es decir, no existe una correlación directa entre la asunción de principios feministas (dicho esto con una cierta amplitud e imprecisión) y el uso del llamado “lenguaje inclusivo”. Se puede estar profundamente preocupado por la igualdad formal y real de las personas de diferente sexo y rechazar al mismo tiempo el uso de la complicación “inclusiva”. Y, viceversa, puede advertirse un enorme desinterés por estos desequilibrios e inequidades sociales que, no obstante, se disimula con un vibrante empleo de dobletes y otras martingalas.
  5. ***

Artículos relacionados:

Sábados exclusivos*.

Dissabtes exclusius.**.

***


El pulpo aterrado.

            “Dado que no hay un “partido central” ni una autoridad general aceptada, dado que cada tribu impone sus normas de modo arbitrario y sin consenso con las demás, la dinámica de la corrección política es desordenada y tentacular, y entra a mendo en contradicción. De todas formas, hay que subrayar que su aparato lingüístico es solamente la cara visible de una corriente mucho más profunda que interpreta la cultura como un territorio lleno de peligros.”

                                    Juan SOTO IVARS,  La casa del ahorcado. Cómo el tabú asfixia la democracia occidental (2021).

***

Sic transit

 Foto:***

           “Finalmente, Carmen Calvo añadió: “Independientemente de la reforma de la Constitución, sí que será necesario empezar por tener un texto de la Constitución que nos incluya a las mujeres. Lo haremos como la Real Academia nos indique”. Mas es de suponer que una persona de su perspicacia prevea que lo que la Academia en su momento indique no vaya a diferir mucho de lo que explicó el documento “Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”, redactado en 2012 por el académico don Ignacio Bosque y suscrito por todos los miembros de la corporación. Seguro que lo ha leído. ¿Qué pasará si ni lo dicho entonces por el profesor Bosque ni lo que la Academia conteste cuando emita su informe consiguen convencer a la peticionaria?”

            Esto es lo que se preguntaba Pedro Álvarez de Miranda en su libro El género y la  lengua, publicado en el 2018 (p. 86). Por supuesto, no pasó nada. Los informes fueron a la papelera y el espectáculo continuó, incluso con nuevos números de varietés.

***

[Sábados exclusivos]. Hallazgo para la noche más corta.

Foto: aquí.***

          La ridiculez de ir creando sustantivos de cara a evitar el masculino para el género no marcado es un camino empedrado de fealdad y contradicciones. Ya sabemos que no hay alumnos, sino alumnado. Vaya tontería. Es curioso, porque “alumnado” es un masculino genérico como una catedral (ya les imagino pensando “el alumnado y la alumnada”).

          En alguna ocasión propuse en público el uso del término “estudiantina”, de musicales resonancias y, además, femenino. Ello evitaría el uso de “estudiantado”, la última chorrada burocrática con la que nos deleitan.

          Sin embargo, hoy es San Juan y ello merece este magnífico poema de Raúl González Tuñón que el otro día citaba Arcadi Espada (con la versión cantada de Cuarteto Cedrón). El poema nos aporta un sustantivo de esos que podemos recomendar a los inclusiveros: el piberío. Lo voy a proponer ahora mismo para la guía docente.

A la luz de la fogata (Raúl González Tuñón).

En la calle enfarolada
el piberío viene y va
alrededor de la fogata,
porque es la noche de San Juan.

¡Que rumorosa la barriada!
El muñeco se va a quemar,
ya lo han tirado a la fogata
porque es la noche de San Juan.

Pobre pelele
¡ya lo han quemado!
Pobre pelele
su corazón.

Puro aserrín,
viruta y sucio trapo.
¡De aquí nadie se irá,
si no está bien quemado!

Alrededor
todos vienen y van.
Qué linda nochecita
la noche de San Juan.

Se quema al fin
y todos los muchachos
suenan al barullero
tambor de su entusiasmo.

Para ilusión,
cenizas que se van.
También yo tuve una
fogata de San Juan.

***

Artículos relacionados:

Sábados exclusivos.

Dissabtes exclusius.

Sábados exclusivos. Más durá será la caída.

  

 Foto:aquí*.

         1.-Aquel boxeador llevaba días limitándose a hacer fondo con la distinción entre erratas, redacción deficiente y un tertium genus constituido por el llamado “lenguaje inclusivo”. Su encaje dentro de los lenguajes construidos o planeados (como el esperanto, la lógica simbólica o la neolengua de 1984) le permitía una perspectiva provechosa. Pero, como digo, era un trabajo de resistencia: algo de sombra, bastante saco y mucha comba y carrera en cuesta.

            Sin embargo, el tipo tenía ganas de volver al ring. Sus seguidores habían universalizado ya el apodo de Molinito, en homenaje a María Moliner. Hubo contactos con la Federación catalana para combatir contra la “Llei 1/2023, del 15 de febrer, de modificació de la Llei 18/2007, del dret a l’habitatge, i del llibre cinquè del Codi civil de Catalunya, relatiu als drets reals, amb relació a l’adopció de mesures urgents per a afrontar la inactivitat dels propietaris en els casos d’ocupació il·legal d’habitatges amb alteració de la convivència veïnal”, uno de los textos peor escritos en la historia del parlamento del Principado. Sin embargo, sin ser muy consciente de su aportación, fue Gregorio Luri quien, en su twitter, propició el enfrentamiento definitivo contra un rival temible: la Resolución de 25 de mayo de 2023, de la Secretaría de Estado de Educación, por la que se establece el procedimiento para la constitución de un panel de expertos y expertas para colaborar con el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, para la elaboración y revisión de materiales e instrumentos de evaluación asociados a las evaluaciones del sistema educativo. El maestro Luri, un experimentado sparring, presentaba así a ese luchador implacable:

            “El Ministerio de Educación se ha convertido en el Ministerio de ultraje a la lengua. Cuando los pedagogos han dejado de hablar como suele el pueblo hablar a su vecino, es que se han independizado de la realidad.”

            La resolución ha tenido una carrera fulgurante y, a los pocos días de su publicación, ya se ha ganado el sobrenombre de Loctite, porque es capaz de enganchar lenguaje inclusivo en un billete de metro. Es un boxeador pegajoso y de mirada vidriosa.

2.-La ceremonia de pesaje fue tensa y poco caballerosa. Loctite estaba entrenado en la durísima escuela de la LOMLOE y amenazó engallado ante la prensa con convertir el combate en una infernal situación de aprendizaje. Esto es, «situaciones [sic] y actividades que implican el despliegue por parte del alumnado de actuaciones asociadas a competencias clave y competencias específicas y que contribuyen a la adquisición y desarrollo de las mismas» (apartado f) del Real Decreto 217/2022, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria).

3.-Ya desde el primer asalto , Loctite sorprendió a Molinito con el empleo constante de swings. Se trata de un golpe difícil que, por cierto, dominaba a la perfección nuestro Pepe Legrá (y esta histórica referencia me permite «racializar» la situación, como farfullan ellos). El swing inclusivo consiste en desdoblar sistemáticamente los sustantivos para evitar la odiosa subsistencia del masculino para el género no marcado. Así, en el título y en ocho ocasiones a lo largo del cuerpo de la resolución se opta por hablar de este modo:

-“[…]contratación de expertos y expertas…”

            -“[…] un número de expertos y expertas…”

            -“Los expertos y expertas”…

            -“[…]el experto o experta”.

            Respecto a los dos primeros casos, siempre pensé que, con su lógica inclusiva, debían decir “contratación de expertos y de expertas”, para subrayar el sustantivo femenino (curiosamente, en estas ocasiones siempre sitúan primero a los expertos, siendo superados en consecuencia por la cortesía del “señoras y señores” de toda la vida). En relación a los dos últimos supuestos, la contradicción aumenta, ya que lo lógico es que dijeran “los expertos y las expertas” y “el experto o la experta”, para no tragarse las partículas “los” y “el” como despreciables masculinos genéricos que cubren lo que viene luego.

            De hecho, Loctite -que ya empezaba a flaquear justo en ese primer asalto- se dio cuenta de lo anterior y trató de corregirlo en un caso. En el art. 7.2. (que pasará a la antología de las memeces del boxeo inclusivo) se refiere a “La directora o el director del INEE” y a “La jefa o el jefe de Área”, rematando en la misma frase con un cambio de orden ridículo y machista: “el director o la directora”. Por cierto, la misma oración (insisto: la misma) se remata con un sintagma de los de toda la vida, sin ningún miriñaque modernete: “[…],uno de los cuales actuará como secretario.

            4.-Ustedes no me creerán, pero el combate acabó ahí. Es cierto que Loctite aún se marcó un deslavazado “alumnos y alumnas” en la exposición de motivos y un solitario “persona titular” (art.8.5), que fue su último destello de temperamento agresivo. Se veía a la legua que le faltaba resistencia y que no había brincado la cuerda en mucho tiempo. En el segundo asalto, aquellos ocho desdoblamientos de expertos y de expertas se vinieron abajo con cuatro “expertos” que iban  por el monte solos, como los gitanos de Lorca : arts. 3 -en su último párrafo-, 5.2 -con un implacable “a cargo del experto”-, 9 -donde se va rápido con “estos expertos”- y 10 -donde se concluye con una alusión al “experto externo”, sin más complicaciones-.

            5.-Sin calidad en el swing duplicador y con unas piernas que parecían de alambre, Loctite empezó a soltar puñetazos a tontas y a locas desde las cuerdas. Se refirió a “los candidatos” o al “candidato” (así, a palo seco) en ¡14 ocasiones!. Sólo en una logró escuchar los gritos enfurecidos de su entrenador y acertó a conectar un tímido “candidatos o candidatas” en el segundo párrafo del art. 9. El público se apiadó de él cuando, ya sin estilo ni fuelle, se le escapó una errata (como a todos nos pasa) al intentar seguir las instrucciones de la esquina (tercer párrafo del art. 9):

            “Se designará para la elaboración de las pruebas a los candaditos [sic] comenzando con los de mayor puntuación hasta completar el número de candidatos necesarios”.

            6.-Hubo después un par de asaltos con Loctite moviéndose como un alma en pena por el cuadrilátero: “”los solicitantes” y “el solicitante” en el art. 3, “los interesados” en el art. 6.2 (y también en el 8.4), “otros funcionarios” en el último párrafo del art. 7, otra vez “los solicitantes” ( y “aquellos solicitantes”) y una retahíla de “excluidos”, “omitidos” y “admitidos” en el art. 8.2, “los especialistas” (y “aquellos” especialistas) en el art. 9, etc. Loctite  deambulaba por la lona como una marioneta del patriarcado.

            7.-Llega siempre un momento terrible en el boxeo, allí donde afloran sus insalvables dilemas éticos, como nos advertía el añorado Manuel Alcántara[1]. Molinito podía dejar transcurrir el combate confiando en la suma de puntos que, automáticamente, debían estar realizando los jueces. Sin embargo, había sido abogado y guardaba muy adentro la desconfianza en los tribunales propia de los picapleitos. Además, un boxeador de raza busca el KO.

            Con la agilidad de un Manny Pacquiao, Molinito lanzó un golpe cruzado al rostro de Loctite, que desparramó por el ring su penoso artículo nueve que, en su primer párrafo, mezcla en cuatro frases seguidas todos los criterios posibles en materia de desdoblamiento (incluso dentro de la misma oración):

            “[…], se convocará a un número de expertos y expertas al menos igual al doble de los necesarios para realizar los trabajos por orden del listado. Si en la lista no hubiera ese número de especialistas, se convocaría a la lista completa. Estos expertos recibirán las  instrucciones necesarias para realización de las tareas que se van a encomendar. Los expertos y expertas tendrán que entregar un ejercicio práctico que se calificará entre 1 y 10 puntos, con un decimal, de acuerdo con una rúbrica previamente establecida en la que se valorará la calidad del trabajo realizado y la competencia digital del candidato.”

            El jab cruzado se vio reforzado con un gancho de alto voltaje al mentón en el primer párrafo del art. 10:

            “El experto o experta que resulte asignado para un proceso de elaboración de pruebas de evaluación deberá garantizar el compromiso ético y la ausencia de conflicto de interés [sic]. Para el ámbito de esta resolución, se entenderá por ausencia de conflicto de intereses y compromiso ético por parte del experto externo, entre otros, la garantía por su parte de […]”.

            Cuando el árbitro iba a iniciar la cuenta, el asistente lanzó inmediatamente la toalla y concluyó el espectáculo. Era evidente que daba igual desdoblar que no desdoblar, lo mismo era jota que bolero. Todo esto es una patochada que desconoce el funcionamiento del idioma y que se despacha con golpes ridículos, aislados y sin ganas por parte de expertillos que, teóricamente, deberían velar por el mejoramiento del nivel formativo. Puro maquillaje que no aguanta tres asaltos.

            8.-En la época dorada del boxeo y del cine, era habitual la narración de las trampas y de las peleas amañadas. Quizá recuerden la película que da título a este articulillo. Escenas de mafiosos bien vestidos y luchadores confiados y desesperados. Ahora son ustedes, queridos lectores, los que pagan la bolsa y la fealdad y las pérdidas de tiempo de esta pedantería, mientras los Loctites de turno se pasean chulescos en el ambiente vicioso y corrupto de las guías docentes. Necesitamos aspirantes.

***

Artículos anteriores:

Sábados exclusivos. Lapsus y volapuk. (IV).

Sábados exclusivos. Lapsus y volapuk (III).

Sábados exclusivos. Lapsus y volapuk (II).

Otros artículos:

Sábados exclusivos.

Dissabtes exclusius.


[1] La edad de oro del boxeo (15 asaltos de leyenda), Selección de Teodoro León Gross y Agustín Rivera (2014).

Sábados exclusivos. Lapsus y volapuk (IV).

Foto:***.

Entradas anteriores:

Sábados exclusivos. Lapsus y volapuk (I).

Sábados exclusivos. Lapsus y volapuk (II).

Sábados exclusivos . Lapsus y volapuk (III).

         1.-Empezamos hace unos días estas reflexiones estableciendo la distinción entre la juguetona errata y la farragosa o equívoca redacción deficiente. La primera podría ser corregida (si se dan los presupuestos para el ejercicio de dicha potestad). Pero la segunda ya se quedaba en los boletines oficiales y con ese buey tenían que arar jueces, abogados y otros aplicadores del Derecho.

         Salvo alguna excepción, la imprudencia es el manto común de los dos fenómenos que hemos citado. Es decir, la relativa inocencia del despiste o del poco cuidado cubre tanto al lapsus como a la pobre o fangosa composición.

*

         2.-Sin embargo, el uso del llamado “lenguaje inclusivo” no es muestra de una mera negligencia, sino que está movido por un dolo inquebrantable, por una dionisíaca voluntad de establecer e imponer un nuevo idioma o, al menos, nuevas reglas sobre el viejo idioma.

         Me dirán ustedes que exagero ya que, a diferencia del esperanto o del volapük, no se pretende una sustitución total, con un ejército inacabable de sustantivos, verbos, pronombres y adverbios. El “lenguaje inclusivo” se incluye dentro de los lenguajes construidos o planificados de contenido parcial. Le interesa sobre todo la manipulación del sujeto. Esto es una cuestión fundamental cuando se trata de normas jurídicas, evidentemente. Afecta al creador de la norma, a sus destinatarios, a las partes principales y a los terceros, a los operadores y aplicadores, etc. Se plantea prácticamente en cada frase o párrafo de las leyes.

         Por ese carácter parcial, el “lenguaje inclusivo” se acerca, por ejemplo, a la lógica simbólica (que sólo pretende el empleo de ciertas partículas para asegurar el rigor y verdad de sus enunciados). Por sus propósitos ideológicos, el “lenguaje inclusivo” se acercaría a las manipulaciones que describe Orwell en 1984 o -bajo el laudable propósito de la igualdad- a las hipótesis formuladas por Victor Klemperer para el lenguaje político del Tercer Reich (“palabras aisladas, expresiones, formas sintácticas que se imponían repitiéndolas millones de veces y que eran adoptadas de forma mecánica e inconsciente…”).

**

         3.-El carácter doloso de la operación se observa, por ejemplo, al leer la Resolución de 28 de julio de 2005, de la Subsecretaría, por la que se da publicidad al Acuerdo del Consejo de Ministros, de 22 de julio de 2005, por el que se aprueban las Directrices de técnica normativa. En el apartado 43 de estas directrices se cita el siguiente ejemplo de “disposición tipo”:

         “Se habilita al Ministro (masculino genérico, al referirse al cargo, no al titular que en ese momento lo ocupa, ya que la norma tiene vocación de permanencia) de Sanidad y Consumo…”

         La regla anterior se vería confirmada por el ya famoso Informe de la Real Academia Española sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas, de 16 de enero de 2020, elaborado a petición de la Vicepresidenta del Gobierno.

         Sin embargo, poco pueden hacer tales documentos y prescripciones, propias de aficionados, ante el corpus solemne del nuevo esperanto: las “guías sobre el uso del lenguaje no sexista” (o denominaciones similares). En ellas se justifica el voluntario manoseo y desmonte del lenguaje. Es nuestro deber examinarlas el próximo sábado.

***

Artículos relacionados:

.-Sábados exclusivos. Derrotados en la gran final.

.-Otros sábados exclusivos.        

Sábados exclusivos. Lapsus y volapük (III).

Foto: ***

1.-Aclaremos, antes de continuar* con estos «sábados exclusivos*», qué es el volapuk  (o volapük).  se trata de un lenguaje artificial creado por el sacerdote Johann Martin Schleyer en 1879. Su loable objetivo consistía en facilitar la comunicación entre las gentes de diversas culturas. Aunque tuvo un gran éxito inicial y se publicaron  ( con sucesivas reformas)  algunos compendios de reglas gramaticales, lo cierto  es que actualmente sólo lo habla una comunidad  reducida de personas ( quizá unas pocas decenas de hablantes).

*

        2.- Seguramente,  el lector  habrá oído hablar  de la otra gran lengua auxiliar y planificada : el esperanto.  Nació en 1887, de acuerdo con las bases establecidas  por el polaco L.L.Zamenhof.  Se trata de la lengua bajo esta modalidad más hablada en el mundo. Se calcula que el número de personas que se expresan en él podría acercarse a los 2000000.

        **

        3.-El esperanto, al igual que el volapük, quería romper las barreras entre hablantes de diferentes idiomas. En la declaración de Boulogne,  se proclamó que el esperanto no pretendía reemplazar los idiomas nacionales, sino configurar un complemento universal y fácil de aprender .

        El precedente de las lenguas auxiliares planificadas nos sirve como contraste para el análisis del llamado “lenguaje inclusivo”. Algunas diferencias son obvias, pero en ciertos aspectos se advierten interesantes similitudes.

        ***

Sábados exclusivos. Quítate tú, que me pongo yo.

Foto: ***

1.-Los errores y las incoherencias gramaticales y conceptuales del mal llamado “lenguaje inclusivo” no son una rosa aislada, sino que crecen como mala hierba en  la impenetrable maleza de una legislación cada vez más deficiente. Al pegote formal de la redacción oscura, descoordinada o pedante se le añade, por ejemplo, la  desmesurada extensión de los preceptos o la habitual acumulación en una misma ley de contenidos dispares (sobre esto, véase el Dictamen de la Comisión Permanente del Consejo de Estado relativo al “anteproyecto de Ley de transposición de directivas de la Unión europea en las materias de accesibilidad de productos y servicios, migración de personas altamente cualificadas y tributaria y de adaptación normativa a los Convenios internacionales sobre responsabilidad civil por daños nucleares”***).

*

2.-El supuesto que vamos a ver ha sido ya ampliamente aireado entre los especialistas y la chapuza ha corrido alegremente por las redes sociales. Si consultan ustedes al diligente compilador del BOE, observarán que aparece esto al consultar el art. 16.1.c) del Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Texto refundido de  la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS). Se trata, en concreto, de una infracción muy grave en materia de empleo, expuesta en estos términos en el boletín oficial y acompañada de la nota de duda existencial redactada por algún atento funcionario:

“c) Solicitar datos de carácter personal en cualquier proceso de intermediación o colocación o establecer condiciones, mediante la publicidad, difusión o por cualquier otro medio, que constituyan discriminaciones para el acceso al empleo por motivos de edad, sexo, discapacidad, salud, orientación sexual, identidad de género, expresión de género, características sexuales, nacionalidad, origen racial o étnico, religión o creencias, opinión política, afiliación sindical, así como por razón de lengua, dentro del Estado español, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

c) Solicitar datos de carácter personal en los procesos de selección o establecer condiciones, mediante la publicidad, difusión o por cualquier otro medio, que constituyan discriminaciones para el acceso al empleo por motivos de sexo, origen, incluido el racial o étnico, edad, estado civil, discapacidad, religión o convicciones, opinión política, orientación e identidad sexual, expresión de género, características sexuales, afiliación sindical, condición social y lengua dentro del Estado.

Téngase en cuenta que se modifica la letra c) del apartado 1 por la disposición final 1.2 de la Ley 3/2023, de 28 de febrero, Ref. BOE-A-2023-5365 y, con la misma fecha de publicación oficial y entrada en vigor, se vuelve a modificar la letra c) por la disposición final 6.4 de la Ley 4/2023, de 28 de febrero. Ref. BOE-A-2023-5366. Se muestran ambas redacciones.”

**

                3.-De lo anterior se deducen algunas consecuencias interesantes:

            a) Banalización del ius puniendi estatal. Toda la literatura sobre la moderación en los castigos se viene abajo cuando se observan estas infracciones bajo escasa reflexión cuya comisión significará miles de  euros para el particular (en concreto, entre 7501 y 225.018 euros), además de otras responsabilidades accesorias.

            b) El legislador no tiene un concepto claro de la igualdad. En el texto constitucional se partió del juego tradicional entre la igualdad ante la ley (art. 14CE) y el avance progresivo hacia la igualdad sustancial (por ejemplo, art. 9.2 CE). Sin embargo, los últimos tiempos han alumbrado desigualdades ante la Ley respaldadas por el Tribunal Constitucional y, además, han proliferado los estatutos diferenciadores de grupos y conjuntos de particulares. Esta  multiplicación de privilegios (en el sentido estricto de lex privata) se quiere compensar políticamente con una retórica ilimitada de precisiones sobre la desigualdad. Es un buen ejemplo de ello el precepto que hemos transcrito.

            c) Teniendo en cuenta que en el BOE no consta la hora de publicación y sólo se atiende a la fecha, es posible que la redacción dada  al art. 16.1.a) de la LISOS por la Disposición final primera de la Ley 3/2023, de Empleo, sea la regla con un plazo de vigencia más corto en la historia del Derecho español. Esto, no obstante, suponiendo que el nuevo art. 16.1.c) de la Ley 4/2023 haya derogado tácitamente el texto promulgado en la Ley 3/2023. En realidad, la situación podría ser más inquietante: el art. 16.1.c), en la redacción dada por la Ley 3/2023, jamás existió. Justo cuando iba a integrarse en el ordenamiento, en la misma fecha, fue ya derogado por la Ley 4/2023. Como máximo, vivió mientras los ojos de los destinatarios no habían pasado de la Ley 3/2023 a la Ley 4/2023 del mismo boletín. El BOE, pues, también fue visitado por la primavera y quiso revivir, a su manera,  la inmortal letrilla de Quevedo: “¿De qué sirve presumir, /rosal, de buen parecer,/si aún no acabas de nacer/cuando empiezas a morir?”.

***