Solans

         Cada cop que em banyo a una platja, penso en algun obscur funcionari sense nom conegut que haurà imaginat i preparat els documents que eviten la contaminació de la zona, que indiquen els mecanismes de depuració, les sancions i responsabilitats en cas d’incompliment, etc. De vegades, em ve al cap el mateix pensament quan camino pel contorns del Tibidabo (sempre m’ha agradat més aquest nom, el veig menys forçat, malgrat la legitimació històrica  solemne de Collserola).

  …       M’explicava un secretari d’Ajuntament que Solans aprofitava el cap de setmana per a passejar amb la seva família justament pels carrers i descampats que, a partir de dilluns, serien objecte d’una petició de regulació o de modificació pels edils municipals. Amb Joan Antoni Solans, com abans amb en Serratosa o amb en Ribas i Piera, ens deixen els mestres principals d’una escola catalana de l’urbanisme (o potser millor barcelonina, metropolitana, sense tancaments). Recordo ara un bon grapat de noms (potser en el camp jurídic jo situaria el professor Argullol, sortosament encara entre nosaltres, i en el món arquitectònic no destacaré ningú, per a no trepitjar els ulls de poll propis del gremi).

      Solans era el cognom mític dins d’un grup difús que va tenir com a banc de proves aquesta  Barcino tentacular i magnífica i com a mètode la professionalitat –potser l’ofici ja existia, però ells van bastir una categoria nova i exigent-. No es van quedar a casa i van contemplar també la lliçó que provenia de les ciutats germanes occidentals. Combinaren la pràctica feixuga i la reflexió, perquè cal dir  que el Solans docent també va deixar l’empremta d’un prestigi propi.

  …       Comparada amb els serens i comprensius ensenyaments deixats pels bons urbanistes, la irrupció de la mort confirma un cop i altre la seva essència absurda.

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Marçal Tarragó, in memoriam.

 

…        1.-La Vanguardia publicaba el 20 de mayo la noticia de la muerte de Marçal Tarragó Balagué. Dos destellos me vienen súbitamente a la memoria. En primer lugar, el PECAB de Barcelona (Pla especial de l’equipament alimentari), una norma pionera y fundamental para configurar la vida comercial de la ciudad. Tarragó intervino en su redacción y también en revisiones posteriores.

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…   2.-En segundo lugar, su papel como fundador y activo miembro del CEUMT (Centre d’Estudis Urbanístics, Municipals i Territorials). Hojeo ahora aquel Manual de formación municipal, en el que había colaborado Tarragó,  que estuvo en muchísimas mesas de los concejales de los primeros Ayuntamientos democráticos.  Vendrían luego innumerables escritos y trabajos sobre el urbanismo comercial, especialidad en la cual era el primer espada.

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…   3.-Se ha hablado mucho sobre el altísimo nivel de los arquitectos catalanes en estos últimos veinte o treinta años. Pero  algún día habrá que escribir también la historia de varias generaciones de urbanistas que, sin renunciar al escrito teórico o a la intervención académica, han combatido en la primera línea de la rica e imprevisible práctica territorial. Me vienen ahora a la memoria el arquitecto J.Antoni Solans y el ingeniero Albert Serratosa en el ámbito de la planificación, el maestro Jordi Borja –cuya acción y pensamiento han sido semilla para infinidad de especialistas y profesionales-, Enric Argullol y Carles Pareja en el campo del Derecho o, más joven, Oriol Nel·lo  desde la Geografía. No faltará en este listado a vuelapluma el recuerdo de Marçal Tarragó.

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Notas para unas clases en el curso de acceso a la profesión de abogado (y IV).

1.-En la última parte de la clase, algunos estudiantes pidieron alguna pista sobre la profesión de abogado. He conocido a muchos y, lo que es más interesante, les he visto evolucionar desde que se sentaban en los bancos de la Facultad. La abogacía es un caso típico de profesión del “5 pelado”, a diferencia de otras donde basta un diez (por ejemplo, el científico, el registrador de la propiedad o el contable). Explicaré seguidamente esta idea.

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2.-Comentaba el magnífico e influyente ingeniero Serratosa en un libro-entrevista que leí hace unos años que el planificador urbano debía obtener un 5 justito en cada uno de los aspectos de los planes que proyectaba. Esto es, un cinco en estimulación del desarrollo económico, un cinco en protección del entorno, un cinco en infraestructuras, etc. Si se obtenía un notable en alguna área, el resultado sería fantástico, pero no a costa de suspender en otros campos.

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3.-En apretada síntesis, lo primero que se le exige al abogado es, desde luego, formación técnica. Ahí, evidentemente, sería bueno que obtuviera un siete e incluso más. En este terreno, debería dominar su especialidad, las materias fundamentales (el civil y el procesal, principalmente), los idiomas, etc.

El segundo “cinquillo” se refiere a la capacidad para las relaciones humanas. Un amplio campo que abarca desde la buena educación hasta la simpatía, el trabajo en equipo y la organización, el respeto al secreto, la atención concentrada en el prójimo, etc.

La tercera disposición en la que no se puede suspender es la orientación económica o incluso economicista de la actividad. Me refiero a una cierta intuición y un estudio profundo respecto al rendimiento efectivo de cada tarea. A menudo, un breve e inteligente esfuerzo logra una enorme rentabilidad y, por el contrario, largas jornadas de trabajo se pierden por el fregadero.

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